Otoño sobre la mesa
Tus pechos o el color
de aquellos hijos extranjeros
universales de belleza
frescos
dulces como la risa
de las manos que no tengo
o que no tuve
en días de medida
de metrajes,
intenciones o manchas que no borran
y que busco
más que en la espera
sobre la ausencia de estar solo
breve
de estar
entre tu nombre o la Nación
la cristalería de esos besos
que estallan detrás de cortinas tibias
en el crepúsculo de Abril
hacia el Otoño
aturdido,
tribunas de humedad.
Conrado Yasenza
(del libro Sudejo o libro del colibrí, Ediciones Nubla, 1994)
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