viernes, 22 de marzo de 2013

Nunca son obscenas/Los Poemas Que No Encuentran Editor


Nunca son obscenas  

Nunca son obscenas ese tipo de cantidades
esos irreprochables manteles cubiertos de higos
y celos o telarañas en un esquinero,
y toallas que el tiempo derribó 
en una tarde de domingo, en Enero,
aquel mes abrazador y de calor inmutable
frente a la solvencia hecha de lejanas bibliotecas,
plebeyo desierto
donde practico mi imperfecta posición de loto.
Tuve una glicina, una profética glicina,
en el patio de mi casa
que de manera incuestionable se secó
(lo dije: una profética glicina)
Nunca son obscenas ese tipo de cantidades
cuando despertamos y nos miramos al espejo
y nos reconocemos en el silencio de aquella tarde
donde un solitario benteveo canta
en el atardecer de un día cualquiera,
cuando paró de llover
y nuestros rostros se buscaron desde la ausencia
de una Virgen flourescente en azul,
ese azul que te espanta
y que ya no indica la manera de llegar
hasta el portón abierto de tu casa.

Conrado Yasenza

1 comentario:

Jeniffer Moore dijo...

Maravilloso poema, Conrado. Que reverdezcan las glicinas y suban por las paredes, por los muros agrietados, por los troncos secos de los viejos árboles, que cubran como un techo de regocijo el recinto del alma, las horas interminables de la espera, la pasión que duerme sin sábanas. Que reverdezcan y se rían de los crepúsculos, de la palabra dicha en voz baja y confusa.
Felicitaciones, poeta por tan magnífico blog, por tan inspiradora palabra y esa creatividad y buen gusto, chispeante en las imágenes y los detalles visuales. Excelencia. La poesía es alcanzar un instante esa excelencia.
Un cordial saludo, desde Miami.

Jeniffer Moore
www.poetario.blogspot.com