La Jabulani y la paz
Diego tiene paz
en su corazón zurcido en partes
pero afuera los lobos acechan
y no en la cancha,
quizás sea afuera del adentro, Diego,
más allá
pero mucho
más allá
de esa cosa sucia
que el periodista sin paz
lleva adentro,
no un pene de glande provocativo
no Diego,
sino una telaraña viscosa
pelusas del odio de clase
que vos Pelusa
desbaratas pegándole a la Jabulani
en un entretiempo
en un descanso festivo
antes de las tormentas por venir,
porque ganes o pierdas Diego,
los lobos largan espuma de sus fauces
aunque estés en Sudáfrica
y tengas paz en tu corazón hecho pelota.
Conrado Yasenza